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¡Excelente! Hemos llegado hasta aquí en este hermoso viaje de creación, dando rienda suelta a ese ser creativo que todos llevamos dentro. Ahora nos adentramos en un trabajo aún más fascinante en este tercer capítulo, donde comenzaremos a dar forma al modelo de remolque super ligero, diseñado para transportar objetos de camping, kits de viaje y mucho más.
En este nuevo paso, incorporamos una llanta #16, la cual hemos considerado la opción más adecuada debido a sus características de reducción de rozamiento. Sin embargo, como bien sabemos, los planes no siempre salen como esperamos. En esos momentos, es crucial estar preparados para realizar ajustes sin que afecten el resultado final del producto.
En ocasiones, estos ajustes implican buscar soluciones alternativas o incluso improvisar con materiales que tenemos a nuestro alcance. Por ejemplo, para sellar los tubos de aluminio con PVC, utilicé una técnica que resultó muy efectiva. Consiste en aplicar pegamento instantáneo y espolvorear bicarbonato de sodio sobre la unión. Esta combinación genera una especie de cemento que sella de manera rápida y resistente.
¡Ya hemos avanzado un paso más en nuestro emocionante proyecto! El montaje de la llanta ha sido completado con éxito, aunque nos enfrentamos a un pequeño desafío en el camino.
Resulta que, al buscar la llanta adecuada, nos encontramos con que no teníamos disponible el tamaño exacto que necesitábamos. Ante esta situación, nos enfrentábamos a dos opciones: conformarnos con la llanta disponible en stock o invertir más tiempo y esfuerzo en buscar en otro lugar.
Después de evaluar cuidadosamente nuestras opciones, el equipo tomó una decisión rápida y decidida: optamos por la llanta #12 que teníamos a la mano. Aunque esta no era nuestra primera elección, sabíamos que era importante mantenernos flexibles y adaptarnos a las circunstancias.
Afortunadamente, esta pequeña dificultad en el tamaño de la llanta no representó un obstáculo insuperable. Con ingenio y creatividad, encontramos una solución simple pero efectiva: utilizamos dos láminas de aluminio ligeras y resistentes para nivelar el desnivel provocado por la diferencia de tamaño. De esta manera, logramos un montaje sólido y seguro, sin comprometer el rendimiento del remolque en trabajos exigentes.
COMO SE HIZO EL EJE ?
¡La tercera parte nos sumerge en el fascinante proceso de creación del eje para nuestro remolque! Pero antes de adentrarnos en los detalles técnicos, es importante contextualizar cómo se llevó a cabo este paso crucial.
En todas las ciudades del mundo, siempre existe un lugar donde puedes encontrar prácticamente cualquier cosa que necesites, ya sean objetos usados, reliquias o tesoros ocultos. Este espacio, conocido popularmente como cambalache o mercado de pulgas, se convierte en un aliado invaluable en nuestra búsqueda de materiales a precios accesibles.
Fue en este bullicioso y ecléctico escenario donde encontramos las piezas clave para nuestro eje. Dos pequeñas balineras, cuyo diámetro no superaba el tamaño de un tubo de acero de 3/4″, fueron el hallazgo perfecto. Con el objetivo de reducir costos y aprovechar recursos disponibles, optamos por estas piezas usadas pero en buen estado.
El proceso de montaje del eje resultó ser sorprendentemente sencillo. Simplemente, introdujimos una balinera en cada extremo del tubo de acero y aseguramos con un tornillo de tamaño adecuado. La simplicidad de esta operación no solo nos ahorró tiempo y dinero, sino que también demostró la importancia de la creatividad y la adaptabilidad en la construcción de nuestro remolque.
para sellar las valineras con el pvc utilizamos resina epoxica o resina para superficies metalicas.
